lunes, noviembre 28, 2011

# el principe # ensayo

'La Mandrágora' de Maquiavelo: aspectos generales


Maquiavelo se infiltra en la burguesía, es el poeta satírico moderno, su crítica es hacia las clases sociales, ridiculiza a la ciencia y a la religión en La Mandrágora.

Según Jacques Pirenne, la ciudad de Florencia se considera como el centro político y cultural por excelencia hacia los siglos XV y XVI. Se encontró envuelta por las nuevas ideas que surgieron con el Renacimiento.

Contexto de Nicolás Maquiavelo

Durante la época aparecen personajes importantes que dan pie a una época moderna, entre ellos Nicolás Maquiavelo, cuya aportación más importante es en el aspecto político con su obra El Príncipe.

Sin embargo, no es lo único que logró, sino que diferente a lo que se plasma en esta obra, se encuentra una comedia titulada La Mandrágora. La época que le toca vivir es de transición donde antes la ideología y la forma de vivir giraban en torno a lo divino y luego cambia para que el hombre se considere el centro universal.

Obra y vida del autor de El Príncipe

En Maquiavelo se nota el anhelo por comprender la evolución social y política que surge en ese tiempo. Estudia la sociedad y propone acciones de cambio, visibles en El Príncipe. No lejos de lo que plasma en esta obra, logra de otro modo más literario dar a conocer el aspecto humano de la época a través de La Madrágora.

Diversos elementos en forma satírica ponen en manifiesto el sentir del pueblo y los problemas por los que atraviesa, es decir, las cuestiones de poder y el cambio de percepción hacia el mundo. Es una comedia sencilla pero suficiente para manifestar de forma alegórica su momento político.

Estructura y trama de la comedia La Mandrágora

La obra se compone de cinco actos, un prólogo y una canción, estos últimos se ha pensado que no son de su autoría. Su trama, un joven mancebo, Calímaco Guadagni, se enamora de una hermosa mujer, Lucrecia, esposa de Nicia Calfucci.

Nicia es un hombre algo desconfiado, pero que sabe mucho acerca de la naturaleza humana. Calímaco se vale de la ayuda de Siro, Ligurio y Fray Timoteo para poder cumplir su objetivo: conseguir a Lucrecia.

El principal motivo en el relato es la conquista de una dama y se puede comparar a la Celestina, por la sicología de los personajes. Todos buscan intereses propios que se esconden bajo un designio particular.

En La Mandrágora el objeto de poder es Lucrecia y la idea de “el fin justifica los medios” está presente en la obra.

Las artimañas de los personajes

El engaño, las artimañas y el dinero mueven las acciones de la obra y se logra la encomienda. Calímaco en realidad no está enamorado, sólo quiere cumplir con su capricho pasional y para lograrlo no escatimará en recursos ni en moralidades.

Sus ayudantes, especie de mediadores, no lo dejan ni un instante. Siro siempre permanece fiel a su amo, mientras que Ligurio hace la función de casamentero, idealiza el plan de principio a fin. Es un personaje de experiencia y no le importa gastar su dinero con tal que se realice lo planeado.

Alegoría y tradicionalismo 

Por otro lado, lo tradicionalista se muestra en los personajes de Lucrecia y Sóstrata que caen en el enredo gracias a su confianza religiosa. La mujer todavía tiene la idea de la redención del perdón divino haciéndose más marcado que en el hombre. Fray Timoteo ayuda a Calímaco basándose en la religión para engañar a las mujeres.

La Mandrágora es una alegoría de la realidad que se vive, pero además tiene como característica el uso de figuras retóricas en los diálogos, no deja de lado las metáforas y lenguaje coloquial.

En el Renacimiento se retoma el pensamiento clásico, el aprecio a una educación mejor y se da importancia al hombre de acuerdo a su entendimiento.

En La Mandrágora existen algunas líneas en latín lo que es signo de inteligencia y saber, Calímaco hace uso de él para engañar a Nicias haciéndolo creer que es un excelente médico.

Engaño, ciencia y empirismo

En esta comedia existe el engaño en todos los sentidos. Hay una conveniencia entre lo científico y lo empírico, que da pie a una apertura de ideología metodológica.

El médico en la obra nunca existió y para un problema como la esterilidad se basan en remedios homeópatas, ironizando a la sociedad que es engañada por personajes como este.

El engaño llega hasta el ámbito divino con el personaje de Fray Timoteo. Es perverso, ambicioso y cómplice. Hay escenas donde interviene la concepción vana de la religión, el pecado como algo que se puede remediar con una penitencia, la mayor de las veces económica, es decir, el dinero a cambio de la salvación.

La doble moral develada

Los personajes representan a las personas que viven con doble moralidad. Maquiavelo los critica de manera irónica con una visión humana, sin justificar los hechos, sólo dando a conocer el actuar de entonces.

La compra-venta de una idea, de un perdón divino son elementos que se critican no solo del clero, sino también de quienes se beneficia con esta forma de vivir.

Maquiavelo logró manifestar en general el pensamiento de la época que le tocó vivir. Desnuda a las personas individualmente, muestra de su perspicacia y agilidad para desenvolver las mentalidades y a través de ello saber qué es lo que se puede lograr con una visión de poder.

Al igual que en El Príncipe, su comedia muestra las relaciones de poder y la forma de salir de situaciones que obstaculizan la capacidad de obtener el triunfo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mas que un comentario es una lección de historia, perspicacia, humanidad, de visión de la época y de Machiavello y de precisión y síntesis en la expresión. Mi admiración más agradecida!

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